Quilmes Bock, es la cerveza negra,de sabor amargo, que bien se podria asimilar con el gusto que pudo haber quedado en el plantel millonario luego de que Lunati pitara el final. El resultado fue justo, eso es innegable, asi como tambien no se puede negar que Quilmes aposto al juego brusco el cual le dio frutos sobre la hora. Desde el comienzo del partido, el equipo quilmeño propuso el roce, contrarestando la idea de tocar que queria implementar River. Y asi se desarrollo el partido, con pelotazos, patadas, choques y poquisimo futbol, tan poco que dependia que la agarre "El Chori" Dominguez para crear una buena jugada o hacer la unipersonal como hizo por momentos, todos acertados. Y asi fueron pasando los minutos, con mucha impresicion por parte de la banda y mucha presion y desgaste de los jugadores de Quilmes. Hasta que a los 36 minutos, el pelado Aguirre (cada partido juega mejor) se ilumino y le dio la llave a Cavegol para que abra el arco, ponga el 1-0, lo grite con alma y vida y se desquite de la sequia que venia teniendo. Despues de eso no hubo mucho mas. El segundo tiempo fue igual, los de Caruso Lombardi tuvieron aire para mantener la misma idea. Por el otro lado, Almeyda recurrio al "Lobo" Ledesma para tener mas posesion de pelota en el medio. Esto se fue dando y River tenia ocasiones, por desajustes del rival y por ideas propias, pero a 4 minutos de meter su cuarto triunfo consecutivo, por medio de un corner bien ejecutado por el cervecero y mal defendido por el millonario, vino el empate y el cierre del partido. Con 3 minutos mas por jugarse, las llegadas no fueron claras y Quilmes festejo. Como dijo Cavenaghi, puede que no haya habido diferencias a la hora de jugar, pero si uno festeja el empate y el otro se lamenta, se ve la grandeza de cada club.
No pudo ser, pero no se perdio. Siempre hay cosas para corregir y eso lo sabe el Dt millonario, quien seguramente ya estara pensando en Defensa y Justicia.
Gracias por leerme, sera hasta la proxima
TC
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