Los goles los hace uno. Los festejan todos
Cuánto desahogo en cada grito, cuantas gargantas afónicas, cuánta actitud le puso River para dar vuelta la historia. Y cuántas voces se tendrán que callar después del partido de ayer. Se demostró que no hay egos, y que sí hay compañerismo y entrega, y se ganó justificadamente un partido que empezó mal... (Seguí leyendo acá http://www.riverplate.info)
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