Ganó River. Fue por 2-1 frente a Quilmes en San Juan. ¿Los goles? Trezeguet
y Villalva para el millonario, y Cauteruccio descontó para el Cervecero. El
próximo rival saldrá del encuentro entre San Lorenzo frente a Barracas Central.
Triunfo aliviador si los hay. Se necesitaba tanto como los dos litros de
agua diarios para una persona. No tapa la drástica derrota frente a Atlanta,
pero sí suma en el ánimo del plantel de cara al partido del sábado frente a Huracán.
En el inicio del partido se pudo ver la misma historia de siempre; el rival apretando las salidas, y
presionando al filo para no dejar jugar a River. Producto de esa presión,
se tuvo que lucir Chichizola (de gran partido) ya que Quilmes quitaba y llegaba rápido al área millonaria.
En un momento del partido poco feliz para el equipo de Nuñez, Gabriel Funes
Mori desbordó y dejó sólo a Trezeguet, para que convierta su 8vo gol con la
camiseta de la banda en 11 partidos (entre copa y torneo).
Sorpresa y desazón para el cervecero que era más; Tranquilidad para River
estando en ventaja. Apoyado en el resultado, el equipo hizo lo que pide la
gente; jugó. Manejó la
pelota, abría la cancha, se movían por todo el ancho del campo y generaban situaciones.
Ya en la parte final, la ventaja de un gol se estiró a dos, luego de un golazo
de Keko Villalva, que había entrado por Trezeguet. Un par de amagues, para
acomodarse, y descargar un potente derechazo que dejó sin chances al arquero
cervecero. Para los de De Felipe, descontó Cauteruccio, pero no les alcanzó
para promover una definición por penales.
Inyección anímica para titulares y
suplente. También para el Cuerpo Técnico. Aunque desde este mismo momento, la
cabeza tiene que estar en Huracán. Borrón y cuenta nueva tanto para Atlanta, como
para Quilmes. El sábado, los tres puntos
tienen que quedar en casa.
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